Localización:
Se ubica en la orilla norte del río, en el Campo Santo de los Mártires, entre el puente de San Rafael y el Seminario de San Pelagio.

Origen:
Gracias a las últimas investigaciones históricas, podemos afirmar que la ciudad de Córdoba contó con tres alcázares diferentes (visigodo, andalusí y cristiano) fruto de la evolución ideológica, funcional y urbanística de la ciudad; todos ellos ubicados en el ángulo suroccidental del recinto amurallado.
Tras la conquista cristiana, Fernando III mandó repartir el alcázar andalusí entre la iglesia, algunas órdenes militares, nobles y la corona, lo que provocó el desmantelamiento y soterramiento de gran parte del mismo.
Será bajo el mandato de Alfonso XI, hacia finales del siglo XIV, cuando se inicie la transformación y construcción del llamado Alcázar de los Reyes Cristianos. No obstante, su fisonomía actual data de las reformas realizadas a mediados del siglo XX por parte del Ayuntamiento.

Uso:
Como su nombre indica, su principal funcionalidad ha sido la de fortaleza militar, siendo lugar de residencia temporal de varios reyes, entre los que destacan los Reyes Católicos que vivieron aquí durante los ocho años que duró la campaña contra el último reducto islámico de Granada.
En el siglo XVI pasó a ser sede de la Inquisición hasta que a inicios del siglo XIX se transformó en Cárcel Civil.
Actualmente es visitable casi la práctica totalidad del edificio y algunas salas y parte de sus jardines se usan para eventos y presentaciones municipales, caso de las bodas civiles que se celebran en el “Salón de los Mosaicos”.